La Organización Marítima Internacional (OMI) aprobó a finales de diciembre de 2014 una modificación al Convenio SOLAS (Convención para la Seguridad de la Vida en el Mar) que ha revolucionado toda la industria del transporte marítimo en contenedor. En ella establece que antes de transportar un contenedor cargado, se tiene que especificar su peso bruto verificado (VGM).
El motivo principal por el que se estableció esta normativa fue por seguridad, ya que la gran diferencia entre el peso declarado y el que realmente se transportaba provocaron graves accidentes por la desestabilización de los buques. Por ello, desde el 1 de julio de 2016 es una violación al convenio SOLAS cargar un contenedor lleno sobre un buque si no va acompañado de una certificación con su VGM.
La responsabilidad de obtener, documentar y transmitir el VGM a la naviera será del “expedidor”, es decir, el cargador/shipper. Si bien podrá autorizar a terceros la ejecución de dichas tareas. Existen dos métodos por los cuáles se puede obtener el peso bruto verificado:
Método 1: Consiste en medir el peso una vez el embalaje está precintado y dentro del contenedor, se pesa el contenedor en su conjunto.
Método 2: Consiste en pesar todos los artículos fuera del contenedor y añadir a ese peso la TARA del contenedor.
Concluyendo, el peso bruto verificado no es otro que la mercancía estibada más la TARA del contenedor.
¿Qué hay que tener en cuenta para decantarse por uno de los dos métodos? El segundo método nos puede ayudar a no pasarnos del peso máximo autorizado en la placa CSC (International Convention for Safe Containers), pues antes de tener el material embalado y listo para transportar podemos estimar el peso total del contenedor. Sin embargo, el método 1 es el único que se puede utilizar en el caso en que se transporten graneles líquidos y resulta inadecuado para mercancías como chatarra y otros materiales difíciles de pesar.
Una vez realizado uno de los dos métodos, el peso bruto verificado se debe comunicar junto al documento de transporte marítimo o enviar el certificado de pesaje que emite la báscula. Es muy importante que el equipamiento de pesaje cumpla con los requisitos de certificación y calibración nacionales ya que la verificación del peso deberá ir firmada por un responsable.